Natalia Lainez

Textos

Desde que nació la necesidad de expresarnos plásticamente estoy segura que la pregunta más relevante que se han hecho aquellos y aquellas que profesan ya sea pintura, dibujo, escultura… es: ¿Qué es el arte?

En plena eclosión de las neovanguardias a finales de los años 60, fundamentales para los modos de hacer pero también para los procesos creativos y conceptuales de mi generación, Bruce Nauman daba una posible respuesta a este interrogante: Arte es lo que hace un artista en su estudio. Yo añadiría que, a la necesidad de tener un estudio, en mi manera de entender la pintura, este espacio debe ser no sólo un lugar de trabajo sino también de retiro. Menos importante es que sea grande o pequeño, alto o bajo, con ventanas o sin ellas, ya que a veces está conformado sólo por una mesa, una silla, un lápiz y un papel. Y es que si trabajamos dependiendo de la conciencia de nuestro estado de ánimo, no son deseables las interrupciones, ni nuestras ni de otros. Las interrupciones son desastres.

Y desastre quiere decir sin estrellas.

Agárrese bien la “hebra de plata”, esa es la disciplina artística, nos decía la pintora Agnes Martin.

Natalia Lainez rebusca en su universo y encuentra ese hilo de plata con el que lleva décadas tejiendo un bosque de líneas. Y lo sigue, y en cada segundo se encuentra algo más alejada del pasado y más cercana de lo que vendrá, pero al final, en esencia, se encuentra enmarcada, abrazada por el tiempo colmatado en su piel, en las arrugas que marcan que ha vivido. Como dijera Louise Bourgeois: Yo soy mi cuerpo, mi cuerpo es la
escultura.

Las señales del tiempo, en las artistas, en los artistas, no se aprecian sólo en la piel, No hay nada más profundo que la piel, que hondamente escribiera Paul Valéry, sino sobre el papel, sobre la tela, en el trabajo.
Porque las pinturas y dibujos de Natalia son también su piel. Unas señales encarnadas que se hacen más profundas, casi abisales, con las ausencias, que son en realidad presencias constantes que la acompañan en ese empujar el lápiz o el pincel, en cada segundo de su vida. De ahí 25+25. Pasado fundido en el presente. Vivencias y memorias que Natalia vuelca en su trabajo. En el estudio. Ese deseado lugar de retiro.

Soledad Sevilla
Enero, 2023

© 2024 Natalia Lainez

Tema de Anders Norén